La
alcalosis respiratoria puede ser el detonante que desencadene las
convulsiones febriles en niños susceptibles a ella, mientras que la
acidosis relacionada con una infección podría suprimir los ataques.
En un estudio, publicado en la revista Epilepsia,
se examinaron niños con acidosis y con gastroenteritis de la misma edad
y nivel de la fiebre para observar la relación entre los cambios del pH
sistémico y las convulsiones febriles. Los datos apuntan a una estrecha
asociación entre la fiebre inducida por la alcalosis respiratoria y la
inducción de las convulsiones febriles.
En
el grupo de las convulsiones febriles, el análisis de gases en sangre
indica una alcalosis respiratoria, con el aumento de pH (media 7,46) y
la reducción de la PCO2 (media 29,5 mm Hg). Se produjo un
descenso progresivo de pH alcalino que alcanzó los niveles estándar a
las 2 horas o más después del inicio de las convulsiones.
El grupo con gastroenteritis mostró una acidosis metabólica parcialmente compensada con la reducción del pH (media 7,31) y PCO2
normal (media, 37,7 mm Hg). A pesar de los niveles de la fiebre
idéntica a la del grupo de ataque, ninguno de los pacientes con
gastroenteritis presentó convulsiones febriles.
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